Todos nos preguntamos ¿Cómo se pasa página?. Una expresión muy común y empleada en numerosas ocasiones en nuestras vidas. Unos ocupan su tiempo con un sin fin de actividades para no pensar en una solución y engañar así, a nuestro subsconciente; al que es tan complicado controlar. Otros se revelan contra sí mismos y se enfrentan a toda persona que se les cruza en el camino para poder sentirse seguros y no aceptar que quizás hayan llegado a ese estado por sus propios errores. La gran mayoría, actúa de ambas maneras.
Pero un día, te preguntas: ¿Cuál es el origen? ¿Qué debo cambiar?. La respuesta es fácil; simplemente nada. Sin darte cuenta has aprendido de esos fallos, te has puesto a prueba y sólo las cosas sencillas de tu vida han sabido contestarte y aliviarte. Ellas han sido las que te han arrastrado hacia la calma, han desnudado tu alma tímidamente y han ido alejándote de esos pensamientos perturbadores, de la intranquilidad. Te han enseñado a perdonar y sobretodo a perdonarte a tí mismo; por no ser esa persona perfecta que te habías propuesto. Por haber sufrido, porque este sentimiento, al igual que el amor, la risa o la alegría forma parte de nuestras vidas.
Y, te vuelves a preguntar: ¿Soy feliz?. Y te contestas: ¿Qué es eso? ¿Quién puede describirlo de una manera universal?:
Porque la felicidad es efímera, son los momentos de satisfacción los que hacen de nuestra vida un universo distinto, especial, incomparable al de los demás.
Moni Escribano
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