lunes, 18 de julio de 2016

El viaje

Siempre me he preguntado cual sería el viaje de mi vida, ese que siempre recordaría, el más perfecto, con más anécdotas que contar, con los paisajes más hermosos y la mejor compañía. Ya sé cual es, el mejor viaje es la vida. El mejor equipaje, tus recuerdos; unas risas con tus amigos, ese atardecer que disfrutas de forma improvisada. La compañía, esa gran incertidumbre que a todo el mundo les atrapa. ¿Con tus amigos o con tu pareja?, pero sin dejar a la familia atrás. Pues siento decir que en mi viaje caben todos, regalando mi tiempo a cada uno de ellos, mis besos y mis caricias al amor de mi vida. Mi medio de transporte, algo parecido a un tren, ese vagón en el que suben y bajan personas. Unas se quedan para compartir el resto de su vida contigo, otras simplemente te acompañan durante un tiempo para enseñarte y mostrarte a través de otros ojos qué es lo que te está ocurriendo. Algunas te aportarán momentos de felicidad pero a la vez tristeza, porque ella forma parte de este recorrido, la que viene acompañada del fracaso, que es simplemente una inversión de tu tiempo, para que aprendas de tus errores. Una de las cosas más difíciles que ocurren cuando preparas tu maleta es saber qué necesitarás llevarte, pues es fácil. Llénala de cosas sencillas, esa camiseta que te gusta tanto porque te hace sentir cómoda sin importar que no estés especialmente guapa,  unas risas con los amigos acompañada de unas lágrimas, ya sean de emoción, tristeza o felicidad, llénala de olores, sabores de todo tipo. Del maquillaje que mejor te haga sentir, la naturalidad. Tu mejor lápiz de labios, tu sonrisa. El calzado, ese que te guía al mejor camino. No te olvides de algo de abrigo, para notar el calor cuando echas tanto de menos a esa persona a la que quieres, ya sea un amigo, un amante, o un familiar. Pero todo viaje tiene un principio y un fin, la despedida será inevitable, aunque no triste. Que no te importe, en ese trayecto has dejado huella al igual que otras personas lo han hecho contigo, ya sea para sacarte una sonrisa o para desilusionarte, todo forma parte de tu proyecto. Así que vive, pero de la mejor manera, sin mirar atrás, aprendiendo de todas y cada una de las personas que pasan por tu vida. Haz feliz a los demás, no te quedes con las ganas, llora, ríe, canta, grita cuando lo necesites. Son emociones totalmente compatibles. Pero sobretodo camina, siempre hacia delante sin saber qué te deparará el destino, como  ese viaje que habías planeado con tanta ilusión.