No pares de bailar, se dijo la primera vez que la vio. Su corazón había permanecido dormido durante mucho tiempo porque presentía que al encontrarla ya  no pararía de latir, no volvería a descansar. Pero sigue bailando y así él seguirá latiendo y yo seguiré soñando.

Moni Escribano

Comentarios

Entradas populares de este blog

"Pasando página"

Trabajos a medias