El callejon de los milagros
Hace unos días leí un libro, algo común entre mis aficiones. Diría que la más importante junto a la de escribir. El callejón de los milagros de Naguib Mahfuz. Pero más bien descubrí que no contenía milagros, sino desilusiones. Me acordé de la canción de Sabina. Por el bulevar de los sueños rotos. Y digo esto porque ¿quién no se ha metido alguna vez por un callejón así?. Esperando un milagro que nos salve de nuestro declive, un milagro que cambie las cosas. Pero que equivocada estaba cuando creía en ellos, me di cuenta que debía aceptar que no existen, sino que son simplemente una creencia irracional antepuesta al enfrentamiento personal de nuestros problemas. Los milagros son tan efímeros como las amapolas, duran poco; con solo tocarlas se desvanece su belleza. Impiden que nos enfrentemos a nuestros miedos porque si algo es inalcanzable lo será siempre, lo importante es seguir creyendo en nosotros mismos. Es ese impulso el que hace que siempre tengamos una meta lejana o no pero exis...